De pronto uno de los bandos empieza a entonar el villancico Noche de Paz y el otro bando se une a cantarlo en su propio idioma. Las voces de unos y otros se funden y algo se mueve en sus corazones, porque al amanecer, uno de los soldados sale de su trinchera con las manos en alto. Desde el otro lado, alguien le apunta para dispararle, pero un compañero se lo impide y sale a recibirle. Se encuentran y se dan la mano, se felicitan la Navidad. Detrás de ellos, tímidamente todos sus compañeros hacen lo mismo. Hablan, se hacen pequeños regalos, hasta organizan un partido de futbol. Luego, se despiden y vuelven a sus trincheras. Una tregua.
En Navidad, casi todos sentimos un anhelo de paz en el mundo. Lo mejor que podemos hacer para ello es estar en paz cada uno consigo mismo. ¿Cómo se logra eso? Dejando de pelearnos internamente.
¿Con qué parte tuya llevas más tiempo peleándote? ¿Qué te cuesta aceptar de ti?
¿Tu timidez, tu mal genio, tu despiste, tu exceso de responsabilidad, tu ansiedad, tu mala memoria, tu inseguridad, tu físico, tu sensibilidad, tu miedo…?
¿Puedes, por un momento, deponer las armas y dejar en paz a esa parte de ti que no aceptas?
¿Puedes dejarla ser?
Esta es mi propuesta navideña.
Aceptar, aunque sea por un día, tus sombras: Sí, soy gruñon@, desagradecid@, impaciente, gloton@, miedos@, acelerad@, desconfiad@, criticon@ (que cada uno ponga aquí la parte que más le cuesta).
Muy bien: Pues por Navidad abrazo eso que me cuesta. Y añado: Soy más que eso. Soy tímid@, pero soy más que mi timidez. Soy impaciente, pero soy mucho más que mi impaciencia. Soy lent@, pero soy más que mi lentitud. Esa parte mía tiene una historia y una razón de ser y si la quiero transformar, antes tengo que aceptarla, dejar de resistirme.
Distingue los dos bandos dentro de ti:
- una voz machacona, repetitiva, autoritaria, exigente, crítica que te hace sentir pequeña. .
- Y otra que te dice: tú puedes, no tengas miedo, aprovecha esta oportunidad, no te preocupes, si no es hoy será otro día, confía.
Si haces esto contigo esta Navidad, aceptando tus puntos débiles, tus sombras, tus carencias como parte de ti, podrás hacer este mismo regalo a los tuyos. Cuando decides aceptar aquello que te cuesta de los seres que te rodean, compruebas que también ellos están luchando con sus sombras y que no vale la pena que añadas más leña al fuego.
Te deseo , no solo una noche de paz, sino un año 2022 lleno de paz de la tuya, la que has conseguido dejando de pelearte contigo mism@.
🎄Date una tregua. 🎁
Marita Osés, 22 Diciembre 2021
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