26.1.22

¿GUSTAR O ESTAR A GUSTO?

¿
Cuánta energía inviertes en gustar a otros?
¿Cuánta en estar a gusto contigo mism@? Cuando te esfuerzas por gustar, estás mirando fuera de ti, entregas tu poder a las personas y dependes de su reacción favorable. No eres libre.
¿Te has preguntado por qué necesitas su aprobación? Probablemente porque no te la has dado tú.

Hay personas que viven con un mandato interno implacable: “Tengo que gustar”. Para sentirse seguras, buscan conseguir el visto bueno de los demás, sean quienes sean y cuantos más mejor. Son personas poco conscientes de su valor intrínseco. Se visten, se expresan, se mueven para ganarse la aceptación de las personas que tienen delante. Necesitan que las vean y las validen desde fuera para sentirse alguien. Si perciben indiferencia, desagrado o, peor aún,   rechazo entran en desesperación y reaccionan interpretando papeles que las alejan todavía más de su identidad real. Pierden el sentido común y se ven invadidas por la culpa. “¿Qué habré hecho mal?”. Olvidan que la reacción de una persona SIEMPRE tiene que ver más con esa persona que con aquello frente a lo que reacciona. 
Cada vez que adoptas un personaje para gustar y te alejas de la persona que eres, te estás haciendo precisamente lo que detestas que te  hagan: rechazarte.
¿Qué personajes representas para gustar?
¿Qué parte de ti queda oculta con ellos?
Si te despojases de todo aquello que usas para lograr el reconocimiento de tu entorno ¿qué te queda? ¿Qué hay dentro de ti que es genuino e identitario? CON ESO BASTA para que tu estés a gusto. Pero si no estás convencid@ de lo que vales, si NO te aceptas, te parecerá imposible gustar tal como eres. 
Y seguirás repitiendo  el patrón que aprendiste en tu infancia que te llevó a intentar agradar a papá y mamá para que te quisieran, y luego a tus amistades para sentirte que pertenecías al grupo, y luego a tu pareja….. Estuviste tan pendiente de ellos, que ignoraste a tu referente interno, a tu ser profundo. Este ser es el único que sabe exactamente lo que necesitas para estar a gusto. Dentro de ti hay alguien que, si lo escuchas, te dice: “Tienes derecho a ser como eres”. Y a quien no le guste, que mire para otro lado. El mayor acto de libertad es concederte el poder de validarte.
¿Cómo aprendes a liberarte la mirada ajena y empiezas a dar poder a tu ser profundo?
Escuchándote: ¿Qué necesito ahora para estar a gusto? ¿Comodidad, descanso, diversión, eficacia, calma, aceptación, colaboración, espacio, tiempo? Pues me concentro en eso.
No dejando que tu mente te distraiga discurriendo qué necesita la otra persona para estar a gusto contigo.  
En multitud de ocasiones las primeras citas son un fracaso porque, por querer dar una buena  impresión, representamos un papel que no le llega ni a la suela del zapato de la persona que somos  en realidad. Pero como no te valoras, te ignoras e inventas otra. 
La sensación de paz, plenitud, bienestar, ligereza que emanas por el mero hecho de estar a gusto contigo mism@ es lo más magnético que puede existir: El permitirte ser genuin@, ser como eres. Estar presente sin estar peleándote con ninguna parte de ti, sin preocuparte de qué es lo que piensa la persona que tienes delante, esa armonía interna que se traduce en naturalidad bate todos los récords de seducción, porque no hay nada más poderoso que la autenticidad. Si la relación que tienes contigo es de aceptación, vas a estar libre de la necesidad de “venderle la moto” a nadie. Es entonces cuando gustamos sin siquiera pretenderlo.

Marita Osés, 26 enero 2022

Si tienes algo que compartir o agregar a esta reflexión, me encantará leer a continuación, en los comentarios, tus sentimientos y opiniones.

📧mos@mentor.es
📲+34 661 631 972

Puedes seguirme y contactar conmigo en mis redes sociales, InstagramFacebook o LinkedIn
Despacho en Calle Provenza 214 8º 2ª de Barcelona Sesiones presenciales martes, jueves y viernes.

Sea cual sea el momento de tu vida en el que te encuentras, si necesitas un espejo en el que mirarte y mayor confianza para dar un paso más, cuenta conmigo.

22.1.22

Segundo aniversario del libro "De qué va el amor"

 


Ayer hizo dos años de la presentación de mi primer libro ¿De qué va el amor? Fue uno de los momentos más intensos de mi vida, y eso que tengo la suerte de haber vivido muchos más. 


Fue un día de tormentas, cortes de carretera y de líneas de ferrocarril, caídas de árboles, frío y desapacible como pocos en esta parte del Mediterráneo. A lo largo de la mañana, fui recibiendo mensajes preguntándome si se cancelaba el acto, vista la situación meteorológica. A cada mensaje me asaltaba el temor: no va a venir nadie. Para colmo la calefacción de la sala donde se iba a celebrar la presentación no funcionaba y me llamaron para  consultarme si nos trasladábamos a otro local. 


Decidí no hacer ningún cambio de última hora. Y respiré hondo. Vamos a ser cuatro gatos, me dije, pero le voy a poner las mismas  ganas que si la sala estuviese llena a rebosar.


Para mi sorpresa, la sala se fue llenando hasta que no cupo ni una aguja. No podía creerlo.


“Esta es mi gente. Están aquí sosteniéndome en uno de los actos de valor de mi vida, el día en que me expongo en un libro escrito desde las entrañas.” 



No puedo describir lo que sentí: el corazón a punto de estallar y como si todas aquellas personas me llevasen en volandas. No pudimos quitarnos los abrigos por la temperatura de la sala, pero dentro de mí estaba ardiendo. Desaparecieron los nervios, la inseguridad, la incertidumbre. Solo sentí  amor fluyendo desde cada uno de los asistentes, y mi alma respondiendo a ese estímulo mágico, reconfortante, regenerador. 

Aquel día fue tan abrumador que no pude mostrar toda mi gratitud. El año pasado en pandemia tampoco. La gratitud no pasa con el tiempo, así que gracias de nuevo a tod@s l@s que me apoyasteis aquella tarde, gracias también a tod@s l@s lector@s posteriores y a tod@s l@s que os tomáis un tiempo para enviarme comentarios que me siguen animando a escribir.


Marita Osés

22 de enero de 2022













20.1.22

El Valor de la pareja como aprendizaje de uno mismo


Cuando @Sofischaki me propuso un diálogo sobre “El valor de la pareja como aprendizaje de uno mismo”, ambas estuvimos de acuerdo en que en infinidad de ocasiones creemos que la pareja es la causa de nuestros problemas, o incluso de nuestra infelicidad, y la realidad demuestra que es simplemente un espejo en el que ver reflejadas heridas que acarreamos hace tiempo y de las que no somos conscientes. 

Descubrirlas, reconocerlas, aceptarlas es el primer paso personal para que la relación de pareja funcione. Si aprendo a poner atención en mi, en lugar de tener a mi pareja siempre en el punto de mira, dejo de huir de mi mism@, me comprendo mejor y por ello puedo ser más comprensiva con mi pareja. Eso no nos evita sentir dolor, pero sí reconducirlo hacia una relación sana y constructiva.

En el vídeo del diálogo que mantuvimos, encontrarás los puntos que hemos considerado más importantes para plantear de un modo completamente distinto el eterno problema de “ mi pareja no me hace feliz”. 

Espero que os sea útil.








Si tienes algo que compartir o agregar a esta reflexión, me encantará leer a continuación, en los comentarios, tus sentimientos y opiniones.

📧mos@mentor.es
📲+34 661 631 972

Puedes seguirme y contactar conmigo en mis redes sociales, InstagramFacebook o LinkedIn
Despacho en Calle Provenza 214 8º 2ª de Barcelona Sesiones presenciales martes, jueves y viernes.

Sea cual sea el momento de tu vida en el que te encuentras, si necesitas un espejo en el que mirarte y mayor confianza para dar un paso más, cuenta conmigo.

12.1.22

Háblate con amabilidad



 De niña pensaba que hablar con un@ mism@ era cosa de locos. Ahora pienso que es lo más cuerdo que podemos hacer. Cuando le diriges a alguien la palabra, lo que  estás haciendo en primer lugar es reconocer su presencia. “Tú estás aquí y yo te veo.”

En segundo lugar, le prestas atención. “Vales la pena:” Y por último, le expresas tu intención. “Me importas.” Es decir,  demuestras  un interés por esta persona.

Si desde que empiezas tu jornada hasta que la acabas no haces esto contigo, al menos una vez, te estás ignorando sin darte cuenta. Estás poniendo tu foco en el decorado y olvidando al protagonista de la película. Y con ello dejas de prestarte la atención que necesitas para funcionar como persona. Pasas a depender de la atención que te dediquen los demás.

Una práctica tan sencilla como mirarte al espejo de buena mañana y decirte: “
Buenos días, X ¿qué puedo hacer por ti?” Te ayuda a tomar conciencia de ti mism@ y a descubrir que hay dos instancias en ti: la que habla y la que escucha. La que pregunta, observa desde afuera con objetividad, y aquella que recibe la pregunta, metida de lleno en la subjetividad de su papel en la película que cada día interpretamos.  Para complicarlo todavía más, se nos cuelan varias voces que hablan por boca de estas dos instancias. Puede que necesites un tiempo largo de escucharte sin juzgarte para llegar a discernir las distintas voces que hay en ti y a descubrir con cuáles te identificas de verdad y a cuál de ellas quieres darle el mando. A lo largo del proceso, algunas acabarán sonando huecas y te darás cuenta de que las habías tomado prestadas,  que a fuerza de oírlas en otras personas las habías incorporado, pero no están alineadas contigo y por eso, si las tomas como propias, te provocan desazón.
Por el contrario, cuando las sueltas, te sientes liberada, ligera, serena.
Solo hay una voz que está perfectamente en sintonía contigo y esa es la que te da paz cuando la escuchas y la sigues.
Si hace tiempo que desconectaste de ella, y te has acostumbrado a dar crédito a otras voces dentro y fuera de ti, es posible que al principio, cuando empieces a escucharla, te desconcierte, te sorprenda, incluso te incomode o te asuste porque suele invitarte a dar pasos que no habías imaginado y no te lleva por el camino conocido. Te lleva a explorar una parte de ti misma o de tu realidad que hasta ahora no habías tenido en cuenta. Es una voz sabia, audaz, benevolente y no vacila. 

¿Por qué es tan importante escucharla?

Porque tu estado de ánimo no depende solo de lo que te ocurre, sino de lo que te dices cuando te ocurre. Si te quedas sin gasolina en medio de una carretera sin estaciones de servicio a la vista, puedes hablarte desde la crítica: “Vaya inútil que eres. No tienes remedio. Cómo puede haberte pasado esto. Con esta cabeza no llegarás a ninguna parte. No sirves ni para prever un viaje sencillo…bla,bla,bla” desacreditas a tu persona innecesariamente. O bien puedes hablarte desde la comprensión: “Qué despiste, tenías tantas ganas de llegar que olvidaste lo que tenías que hacer antes, te concentraste tanto en hacer bien la maleta que una vez hecha te despreocupaste de lo demás…” En este segundo caso, en lugar de inflar el error hasta invalidarte  como persona, lo relativizas y tu credibilidad no queda afectada. Esto ocurre en tu cabeza, en base a lo que te has dicho, pero tiene consecuencias directas en tu vida real. Si haces caso a tu crític@ intern@, reemprendes el viaje sintiéndote pequeñ@ e insegur@. Si escuchas a tu voz amable, reanudas la marcha satisfecha de haber solucionado un contratiempo que ni siquiera ha sido un problema porque no has permitido que cuestionase tu valía como persona. Lo que te has dicho no te roba tu poder personal, te respeta a pesar de tu error.  Porque tú eres más que tu error.

Aún más, te vas content@ de haber conocido a una persona que te ha llevado hasta la estación de servicio más próxima y a otra que no ha tenido inconveniente en acompañarte de nuevo hasta tu coche.

La amabilidad o el rigor con los que te hablas afectan a tu estado de ánimo y tu autoestima. Cuando reaccionas con intensidad a un comentario, un gesto o una acción de terceras personas, antes de que llegaran ellas, probablemente tú ya te habías dirigido   comentarios, gestos o acciones críticas contigo, que te debilitaron e hicieron que estuvieras a la defensiva.
¿Por qué no probarlo? Háblate con amabilidad, trátate con delicadeza y descubre una versión de ti mucho más poderosa y dueña de sí misma.


Marita Osés

12 Enero 2022

Si tienes algo que compartir o agregar a esta reflexión, me encantará leer a continuación, en los comentarios, tus sentimientos y opiniones.

📧mos@mentor.es
📲+34 661 631 972

Puedes seguirme y contactar conmigo en mis redes sociales, InstagramFacebook o LinkedIn
Despacho en Calle Provenza 214 8º 2ª de Barcelona Sesiones presenciales martes, jueves y viernes.

Sea cual sea el momento de tu vida en el que te encuentras, si necesitas un espejo en el que mirarte y mayor confianza para dar un paso más, cuenta conmigo.

5.1.22

Lo que piensas de ti determina lo que esperas de la vida




¿Esperas que 2022 sea mejor que el año anterior?
¿De qué crees que dependerá eso? ¿De lo que suceda en el mundo o de lo que ocurra dentro de ti?

Lo que sucede fuera de ti está condicionado por muchos elementos que no están en tu mano. Pero en tu territorio, en tu mente, tu corazón y tu cuerpo mandas tú (a menos que hayas cedido tu poder personal a otra persona, a una adicción, a tus creencias, a tus miedos, pero ese es tema de otro post que publicaremos próximamente).    

En cualquier caso, hay un elemento de 2022 que depende  únicamente de ti y es@ eres tú. 


¿Qué quieres hacer contigo en este año que empieza? 

No con tu pareja, ni con tu trabajo, ni con tu familia, ni con tus relaciones.

Contigo.

¿Decirte más cosas, escucharte, dedicarte más tiempo, respetarte, reconocerte, comprenderte mejor, cuidarte, valorarte, divertirte más…?


Si piensas que no mereces, que no vales, si te comparas y no te sientes a la altura, si una voz interna te juzga y no te da nunca el visto bueno es muy posible que no confíes en ti y no te atrevas a creer que puedes hacer cosas bonitas o buenas. No hablo de fantasear, de imaginar, de soñar.
Hablo de creerte que puedes hacer posible lo que deseas. Hablo de confiar en ti.  De conocer tu potencial y tus recursos.

A menudo, lo que piensas de ti no te deja ver lo que eres.

La mente no te permite percibirte porque tiene ideas preconcebidas que impiden que tu ser se despliegue, pues esos pensamientos lo bloquean.

Por eso es bueno pararse a pensar qué imagen te has hecho de ti (que suele venir de los comentarios que recibiste de tu familia en primer lugar, tus amigos, más adelante,  y otras personas que han tenido trascendencia en tu vida).

Si esta imagen de ti mism@,  en lugar de servirte para avanzar, te paraliza, tal vez sea el momento de abandonarla. Y a continuación, mirarte con ojos nuevos y construirte en base a esa otra voz que te susurra al oído -aunque sea con menos frecuencia y en tono más bajo-, que vales, que eres dign@ y suficiente, y cuando le das crédito, te hace sentir bien porque valida tus actos, sentimientos u opiniones. Lo que suceda este año en tu vida, pase lo que pase en el escenario mundial, dependerá mucho más de cómo te mires, y como te sientas a raíz de esta mirada diferente y lo que hagas gracias a la energía que esta nueva percepción de ti vaya  generando en tu interior.
Te invito a mirarte con otros ojos, a decidir qué  persona quieres ser y descubrir en ti los recursos que tienes para serlo.

Parte de la vida es eso: descubrirte y hallar tu plenitud en la aceptación de lo que eres.



Que el 2022 sea una oportunidad única para empezar a pensar bien de ti.


Marita Osés

5 Enero 2022


Si tienes algo que compartir o agregar a esta reflexión, me encantará leer a continuación, en los comentarios, tus sentimientos y opiniones.

📧mos@mentor.es
📲+34 661 631 972

Puedes seguirme y contactar conmigo en mis redes sociales, InstagramFacebook o LinkedIn
Despacho en Calle Provenza 214 8º 2ª de Barcelona Presenciales Martes, jueves y viernes

Sea cual sea el momento de tu vida en el que te encuentras, si necesitas un espejo en el que mirarte y mayor confianza para dar un paso más, cuenta conmigo.