7.7.21

Atreverte a ser quién eres, sin pedir disculpas ni permiso




¿Qué te impide expresar sinceramente lo que piensas y sientes?

Muchas veces en la consulta surge el tema de la asertividad. Pocas personas tienen claro qué significa, pero todas ellas tienen alguna experiencia de no haber sabido comunicar con sinceridad o firmeza sus deseos, sus necesidades o su opinión.


La Real Academia define “asertividad” como la capacidad de expresar tu opinión de manera firme. Pero ser asertivo va más allá de tener la habilidad de comunicarse. Es un indicador de algo más que tu don de expresarte. Indica si el respeto hacia a los demás, está equilibrado con el respeto hacia ti mismo. De manera indirecta, nos indica cómo está tu autoestima.

Para ser una persona asertiva conviene tomar conciencia de cuáles son tus derechos, creértelos y respetarlos, ser capaz de afirmarlos y defenderlos sin sentirse egoísta o culpable. Significa alegrarse de ser quien eres y sentirse suficiente. Tiene que ver con darte permiso para ser tú, sin pedir disculpas ni permiso a otros. Mostrarte tal como eres sin miedo al rechazo. En efecto, no es fácil. Pero es fundamental para disfrutar de la vida.

La persona asertiva está convencida de que tiene derecho:

  • a ser tratada con respeto y dignidad
  • a pedir, sin sentirse egoísta o culpable
  • a experimentar sus sentimientos o emociones aunque otros no las compartan
  • a cambiar de opinión
  • a ser independiente
  • a equivocarse y a cometer errores
  • a pedir lo que quiera (sabiendo que la otra persona tiene derecho a decir “no”)
  • a ser escuchado y a ser tomado en serio.
  • a que sus necesidades sean tan importantes como las de los demás
  • a tener derechos y defenderlos
  • a decir NO sin sentir culpa
  • a gozar y disfrutar
  • a pedir información y a ser informado, sin por ello sentirse ignorante
  • a descansar, a estar sola
  • a hacer menos de lo que humanamente es capaz de hacer
  • a pedir aclaraciones sin sentirse idiota
  • a expresar gustos e intereses de forma espontánea
  • a aceptar cumplidos sin sentirse incómoda.
Muchas veces, las personas excesivamente responsables son mucho más conscientes de sus obligaciones que de sus derechos y acaban renunciando inconscientemente a ellos o quedándose sin tiempo para satisfacerlos, pues todo su tiempo se consume en cumplir. Suelen ser personas brillantes, con motivos sobrados para sentirse satisfechas de ser como son, y sin embargo, a base de ignorar sus derechos por querer cumplir de manera tan estricta con sus deberes, acaban perdiendo asertividad. Si eres una de ellas, no te pierdas el post de la semana que viene.
Mientras tanto, intenta formular a diario tus deseos y necesidades y haz lo posible por respetarlos como mínimo una vez al día. Es el primer paso para ser una persona asertiva, para que salga tu verdadero ser.

Marita Osés
7 julio 2021

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