Inauguro este blog como quien abre una ventana al mundo que
da sentido a su vida. Al mundo de las personas que recorren su camino: que
respiran, aman, tropiezan, se levantan, dudan, deciden, se emocionan, crean, destruyen, vibran,
mueren, renacen… O no hacen ninguna de estas cosas, y están en su derecho. Nuestra
libertad nos permite elegir los verbos que rigen nuestra existencia. Y en esas
elecciones, en cada una de ellas, especialmente las más pequeñas, nos jugamos
la felicidad. Mejor dicho, la plenitud. La sonrisa de cada día. El sentido de
lo que somos y hacemos.
Abro también esta ventana para hacerme visible a un mundo
cuyo juicio me atemorizó durante demasiado tiempo. Cuando te expones a la
mirada del otro te arriesgas, te defines, y puedes encontrarte con su rechazo
o, peor todavía, puedes ser malinterpretada. Pero soy la que soy, y como decía
Serrat sobre la verdad, ya no tiene remedio.
Me decía hace poco un amigo: La visibilidad tiene que ver
con la responsabilidad. Me hago pues visible, con mis luces y mis sombras,
ratificando así mi compromiso con las personas y su bienestar y con la vida. Me
comprometo a hacer mi aportación, mi grano de arena, con la esperanza de que
muchas personas os animéis a aportar el vuestro y consigamos crear puntos de
luz por los que colarnos cuando la oscuridad nos cerque.
Otra buena amiga me dijo, tratando de calmar mi necesidad de
hacer: No vayas en busca de la luz, espera a que llegue, como la aurora.
Simplemente prepárate para su llegada.
Este blog es también eso: un prepararnos para que cuando
llegue la luz que nos tenga que llegar, seamos consecuentes con lo que hemos
visto y pasemos a la acción con la dicha de estar siendo quienes hemos venido a
ser.
¡¡Bienvenid@s a la VIDA!!
Enhorabuena!
ResponderEliminarMe alegro de que te hayas decidido.
Siempre me ha encantado hablar contigo y ahora podré además leer todos tus reflexiones!
Qué lujo!!!
Gracias Maria José!! Me encantará que tú ponga tus reflexiones, que siempre he valorado mucho.
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