23.6.22

"Luego" puede no llegar nunca


Vivimos en una ficción: creemos que esto va a durar para siempre. Pero no me refiero solo a nuestra existencia, sino a cada momento. Cada instante es un espacio en blanco y de nosotros depende llenarlo o no. Aprovecharlo o dejarlo pasar.
Cada vez que tengo una idea y me digo “ya la concretaré” la almaceno en un lugar en el que empieza a morir. Cada vez que siento el impulso de hacer un gesto y me digo “no es el momento” dejo de expresar una realidad y por lo tanto de alimentarla. Cada vez que deseo de decir algo y pienso “ya se lo diré” y me callo, dejo de transmitir lo que mi alma anhela comunicar, y tal vez lo que otra persona necesita oír. Ese momento no volverá. 

¿Y si no hay un luego?

Se hizo esta pregunta una persona en un grupo de duelo. Había perdido a su marido y de un día para otro ya no hubo luego para ella. Reconoció infinidad de momentos que podrían haber estado más llenos. Vivir plenamente el presente es no desperdiciar la energía de cada instante, es intuir con antelación de qué te vas a arrepentir si no lo haces YA. Ese beso que no has dado antes de irte de casa, ese mensaje que no has escrito cuando pensaste en esa persona… infinidad de pequeñas cosa que omitimos por ignorancia, inconciencia o pereza. No me refiero a cumplir obligaciones, sino a hacer caso al corazón. Porque ese beso que das antes de irte, ese mensaje que escribes cuando así lo sientes, eso que haces porque no te das tiempo a ti misma de pensarlo dos veces da sentido a todo lo demás. Vas construyendo una vida plena, cuando das a cada momento su dosis de inspiración, de acción de amor. 

Luego es cualquier momento menos ahora. Pertenece al futuro. Dejar para luego es condenar el ahora al vacío.

A veces estamos tan ocupados “cumpliendo” con nuestro deber que no nos queda tiempo para amar. Nos queremos pero no hacemos gestos de cariño, no nos decimos palabras de afecto, no nos quedan fuerzas para demostrar nuestro amor en la práctica. Lo sentimos, pero estamos cansados de tanto cumplir con las responsabilidades y con las expectativas de los demás.  Y posponemos la expresión de ese cariño a la espera de estar más “frescos”, más enérgicos, de mejor humor. Olvidamos que eso que no hacemos probablemente nos regeneraría por dentro, tanto al que da como al que recibe porque esa es la única gasolina que necesitamos.

Estamos tan desbordados por nuestros deberes que olvidamos el derecho a amar y a ser amados. Nos imponemos tantas obligaciones para conseguir nuestras metas que aparcamos sin darnos cuenta el motor de nuestras vidas.

¿Te tomas tiempo para sentir, expresar agradecer, disfrutar?

¿O saltas de obligación en obligación? 🔗¿Estas criando a tus hijos desde la responsabilidad o desde el amor?

Cuando decimos “ya lo haré en otro momento” es porque no consideramos que eso que posponemos sea importante. Que pueda esperar no significa que no sea imprescindible. No esperes a que sea la muerte la que te enseñe a priorizar.

Marita Osés

22 junio 2022


Sea cual sea el momento de tu vida en el que te encuentras, si necesitas un espejo en el que mirarte y mayor confianza para dar un paso más, cuenta conmigo.

📧mos@mentor.es 📲+34 661 631 972 🗺️ C/Provenza 214 8º 2ª Barcelona (Presenciales Martes, jueves y viernes)

Puedes seguirme y contactar conmigo en mis redes sociales: InstagramFacebook o LinkedIn  o escuchar mi nuevo podcast 🎙️ 🙏


No hay comentarios :

Publicar un comentario