¿Es lícito darle este poder a tu pareja?
¿Es justo atribuirle esta responsabilidad?
¿Estás esperando a que alguien te diga quién eres, cómo eres?
¿A quién le estás entregando este poder?
¿A algún miembro de tu familia, a tus amigos, a tu pareja?
Es cierto que ellos desde afuera pueden ver elementos que tú tal vez no percibas o darte una perspectiva diferente, pero tú eres quien está en condiciones de percibir tu ser profundo. ¿Cómo? Como lo hacen ellos: Observándote. Pero en este caso, dirigiendo tu mirada hacia dentro. Tu mirada interna estará más cerca de tu verdad si la ejerces sin juicio y si antes detectas los filtros a través de los cuales te observas y los descartas. Olvídate de cómo te miró tu padre, tu madre, tu abuela, en la escuela, tu primera pareja. Desde afuera pueden ayudarte a completar tu imagen, pero nunca verán lo que solo tú puedes experimentar en tu interior.
AMOR es mirar al otro con ojos tan limpios de juicio y de expectativas que le devolvemos el puro reflejo de su alma, libre de todo lo que añadimos desde nuestra mente. Esa imagen es siempre luminosa.
¿Eres capaz de hacer eso contigo?
¿Puedes hacerte ese regalo de amor por San Valentín?
Si hay alguien que vas a tener a tu lado desde que naciste hasta el día que mueras, esa persona eres tú.
¿Cómo sería tratarte como tratas a la persona que amas?
¿Qué tal cuidarte con amor, detalles, comprensión, como harías con alguien que no quieres que se aleje de tu lado?
¿Podría ser que este anhelo tan profundo por seducir, gustar y tener pareja esté revelando una carencia en tu trato contigo mism@?
Tu identidad está dentro y muchas veces tiene poco que ver con tu imagen externa. Si recorres tu camino hasta descubrirla, te será mucho más fácil descubrir la verdadera identidad de tu pareja. Si practicas el amor contigo, tendrás más experiencia cuando practiques el amor a otra persona. ¿Por qué no probarlo?
Marita Osés
14 Febrero 2022
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